1. El legado de Zepharia

Aelarian Zepharius, el sabio fundador de Zepharia, había dedicado su vida a la construcción de una ciudad que representara la cúspide del conocimiento y la armonía entre los mundos. Los cimientos de Zepharia se erigieron sobre un antiguo poder, un equilibrio delicado que mantenía el flujo de energías entre realidades distintas.

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En los primeros días de Zepharia, la ciudad floreció bajo la tutela de Aelarian. El Libro de Zepharia, también conocido como la Crónica de Zepharia, se convirtió en el tomo sagrado que registraba los secretos de la civilización y las leyes que regían la conexión entre mundos. Este libro, considerado un artefacto de inmenso poder, era guardado con celo en las profundidades del Santuario del Tiempo, un lugar sagrado protegido por fuerzas invisibles.

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Con el paso de los años, Aelarian sabía que su tiempo en este mundo llegaría a su fin, pero no sin antes dejar un legado imborrable. Reunió a los más sabios y valientes de Zepharia para que, algún día, protegieran la ciudad de cualquier amenaza que intentara desestabilizar el delicado equilibrio que había logrado establecer. Y así, con la bendición de sus dioses y la fuerza de su convicción, Aelarian selló el destino de Zepharia, esperando que las generaciones futuras estuvieran a la altura de los desafíos por venir.